Cómo se protege una marca renombrada en España
Antes de registrar un nuevo signo distintivo o defender una marca consolidada, es importante conocer qué implica el reconocimiento como marca renombrada, qué requisitos exige la normativa española y qué efectos legales produce.
No todas las marcas tienen el mismo nivel de protección. Algunas, por su grado de conocimiento en el mercado, disfrutan de una cobertura jurídica más amplia. Este es el caso de la marca renombrada.
Entonces, ¿qué se considera una marca renombrada y qué consecuencias jurídicas tiene?
¿Qué es una marca renombrada?
Una marca renombrada es aquella que ha alcanzado un alto nivel de conocimiento entre el público general, no limitado exclusivamente a su sector de actividad.
Este reconocimiento implica que la marca es conocida por una parte significativa de la población, incluso por personas que no consumen sus productos o servicios.
Ejemplos claros de marcas renombradas serían Zara, El Corte Inglés o Telefónica, cuyos nombres resultan familiares para la mayoría del público, independientemente de sus hábitos de consumo.
Este grado de notoriedad general les otorga un estatus jurídico especial.
¿En qué se diferenciaba la marca renombrada de la marca notoria?
Hasta la reforma de la Ley de Marcas, se distinguía entre:
- La marca notoria, conocida por los consumidores dentro del sector al que pertenece.
- La marca renombrada, conocida por el público general, más allá de su ámbito habitual.
Por ejemplo, una marca como Tirant Prime podía ser considerada notoria en el entorno jurídico, mientras que marcas como Mahou o Iberia entrarían en la categoría de renombradas.
No obstante, con la entrada en vigor del Real Decreto-ley 23/2018, esta distinción desaparece y ambos conceptos quedan unificados bajo la denominación única de marca renombrada, que es la única categoría legal vigente desde entonces.
¿Qué legislación regula la marca renombrada en España?
La marca renombrada se regula actualmente en la Ley de Marcas, reformada en profundidad por la Ley Orgánica 1/2025, de 2 de enero.
En su artículo 8.1, la ley prohíbe el registro de signos idénticos o similares a una marca anterior renombrada, incluso si los productos o servicios no son semejantes, cuando ese uso pueda obtener una ventaja desleal o perjudicar el carácter distintivo o la reputación de la marca original.
Se trata de una protección más amplia que la que se otorga a las marcas comunes.
¿Qué protección adicional ofrece una marca renombrada?
La marca renombrada disfruta de lo que se conoce como protección extraclase. Esto significa que no se limita a impedir usos similares dentro de su categoría de productos o servicios, sino que su protección se extiende a otros sectores.
El titular de una marca renombrada puede:
- Oponerse al registro de marcas similares, aunque estén destinadas a sectores distintos.
- Solicitar la nulidad de marcas que vulneren su prestigio o carácter distintivo.
- Impedir usos no autorizados que puedan generar confusión o aprovecharse de su renombre.
La amplitud de esta protección dependerá del grado de conocimiento de la marca entre el público. Cuanto mayor sea el renombre, mayor será su ámbito de defensa legal.
¿Puede una marca renombrada bloquear registros en otros sectores?
Sí. Una de las características más relevantes de la marca renombrada es su capacidad para impedir el registro de marcas similares en sectores no relacionados.
Esto significa que, aunque los productos o servicios de la nueva marca no coincidan con los de la marca renombrada, su registro puede ser rechazado si:
- La marca anterior está registrada.
- Tiene renombre en España.
- El nuevo uso se realiza sin justa causa.
- Se genera un perjuicio o una ventaja desleal sobre la marca original.
Este mecanismo protege no solo la exclusividad comercial, sino también la imagen y la reputación de la marca renombrada.
¿Qué ejemplos de marcas renombradas existen en España?
La legislación no ofrece una lista cerrada, pero existen numerosos ejemplos de marcas renombradas españolas reconocidas por su trayectoria, popularidad y valor de marca.
Entre ellas destacan:
· Zara
· El Corte Inglés
· Mahou
· Telefónica
· Valencia CF
· Iberia
· Tous
Estas marcas han logrado un posicionamiento sólido, una presencia constante en el mercado y una inversión notable en publicidad, lo que justifica su estatus jurídico reforzado.
¿Qué requisitos deben cumplirse para considerar una marca como renombrada?
La condición de marca renombrada debe justificarse. Para ello, tanto la jurisprudencia como la doctrina han identificado ciertos criterios objetivos que deben tenerse en cuenta:
- Cuota de mercado alcanzada por la marca.
- Duración, intensidad y extensión geográfica del uso.
- Inversión en promoción y marketing.
- Grado de conocimiento entre el público general.
El caso más citado en Europa es el del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en el asunto C-375/97 General Motors v. Yplon, donde se definieron estos parámetros.
En España, la OEPM puede solicitar prueba de estos elementos durante procedimientos de oposición o de nulidad. El reconocimiento no es automático: debe acreditarse caso por caso.
Conclusión: la marca renombrada como herramienta de defensa empresarial
Tener una marca renombrada no solo es una cuestión de prestigio, sino también una ventaja jurídica importante.
Este estatus permite:
- Proteger la marca frente a terceros, incluso fuera de su sector.
- Preservar su identidad frente a registros similares.
- Defender su reputación en un mercado cada vez más competitivo.
Por eso, si una empresa considera que su marca tiene un alto grado de conocimiento entre el público, conviene analizar si puede beneficiarse de la protección como marca renombrada.